ACTIVIDAD INDIVIDUAL: CADA ESTUDIANTE RESUME LOS TEMAS EN SU LIBRETA.
ACTIVIDAD GRUPAL: (5 INTEGRANTES)
1. RESPONDAN EN UN TRABAJO GRUPAL:
¿CUÁLES DE LAS DIEZ REGLAS DE LA PREGUNTA NO SE CUMPLEN NORMALMENTE?
¿POR QUÉ SE DEBE ANALIZAR BIEN?
¿QUÉ MÉTODO SE DEBE APLICAR PARA ANALIZAR BIEN?
¿CUÁLES SON LOS PASOS PARA DIALOGAR CON ARGUMENTOS?
¿DIGAN LAS ETAPAS O FASES PARA INTERPRETAR UN TEXTO FILOSÓFICO?
¿QUÉ ES UN ARGUMENTE?
¿QUÉ DIFICULTADES ENCUENTRAN AL ARGUMENTAR?
RESUMEN
¿CÓMO
APRENDER A PREGUNTAR?
Aprender
a preguntar bien
¿Sabes preguntar? ¿Qué te
hace pensar o creer que sabes preguntar? Comprueba hasta qué punto sabes
preguntar o haces buen uso de la pregunta. Afirmar o negar está al alcance de
cualquier persona ya que no requiere siquiera escuchar. En cambio, para
preguntar es necesario no sólo escuchar sino también pensar; no basta con
parecer inteligente, también es necesario serlo.
Las
preguntas son la parte más importante en la comunicación. Nos permiten:
Evitar malos entendidos,
evitando así problemas.
Encontrar soluciones a
problemas existentes.
Conocer más nuestro entorno,
a otras personas y a nosotros mismos.
Estar más y mejor informados
y, por ende, tomar mejores decisiones.
Comprobar y verificar la
certeza de algo, aportándonos así mayor seguridad.
Así,
si preguntar es tan positivo, ¿a qué se debe que apenas preguntemos? Sentimos
temor a: Sentirnos “inferiores”, Ser descorteses y Parecer tontos.
Una vez que dejamos de sentir temor a preguntar, la pregunta es: ¿Cómo
preguntar bien? Pues bien, hay que tener en cuenta las diez reglas de la pregunta:
1.
La pregunta no debe ser una acusación encubierta.
Un padre pregunta a sus
hijos “¿quién de vosotros me ha quitado la cartera?”. Quizá no recuerda dónde
la guardo o la ha perdido.
2.
No debe acotar la respuesta a aquella que nos interesa, ni siquiera insinuarla.
“Dime, ¿crees que con esa
actitud conseguirás aprobar matemáticas?”, le dice una profesora a un alumno.
Mejor sería preguntar “¿qué puedes hacer para aprobar matemáticas?” o “¿cómo
puedo ayudarte para que aprendas matemáticas?”, etc.
3.
Debe ser específica.
Mejor “¿Cuál de los dos
coches es mejor para realizar viajes largos y, ocasionalmente, utilizarlo para
circular por la ciudad?” que ¿cuál de los dos coches es mejor?
4.
Debería ser abierta a varias respuestas.
En muchas conferencias al
finalizar preguntan “¿alguna pregunta?” y el público permanece en silencio pues
sólo le viene a la mente “sí” o “no” y eso no son preguntas. En cambio, cuando
se dice “¿qué preguntas tenéis?” las personas piensan durante un momento o
revisan alguna que hubiesen anotado durante la conferencia y la realizan.
5.
Su objetivo no debe ser obligar a que la otra persona se justifique.
Un alumno llegó 5 minutos
tarde a clase de Biología, preguntó si podía entrar y la profesora le respondió
con otra pregunta: ¿por qué llegas tarde?. El alumno, ya sabía que la profesora
utilizaría su respuesta para ponerle en evidencia ante sus compañeros así que
respondió “lo siento, no he tenido motivo alguno para llegar tarde, la pregunta
es ¿puedo asistir a su clase para aprender biología?. Finalmente, entré y
asistí a esa clase ;-).
6.
Se debe preguntar para solicitar aclaraciones.
En vez de estar
interpretando y juzgando continuamente lo que dice la otra persona, mejor
preguntar “¿a qué te refieres? “o “he entendido … ¿es así?”.
7.
Escuchar antes de preguntar.
Durante un diálogo hay que
prestar atención a la otra u otras personas antes de preguntar. Es habitual
estar pensando qué diremos después en vez de estar escuchando.
8.
Utilizarlas como respuesta.
En ocasiones nos pueden
realizar preguntas que podemos interpretar de varias formas: en una reunión una
persona pregunta ¿qué os parece el nuevo empleado? Ante esta pregunta cabe
responder con otra “¿te refieres a su conducta, capacitación profesional, trato
personal? ¿A otra cosa en concreto?”, así la siguiente pregunta será
especifica.
9.
Debe ser respetuosa.
Parece obvio, pero no muchas
veces no lo son. La pregunta “¿qué opinas de que los maricones se casen?” puede
convertir un dialogo en una discusión o, simplemente, acabar con él.
10.
La pregunta debe ser simple y única.
Cuando una pregunta
es compleja, o se realizan varias una tras otra, se está obligando a quién
tiene que responder a esforzarse en recordar las preguntas y esto dificulta el
diálogo.
¿CÓMO APRENDER
A ANALIZAR?
El saber
bien los orígenes de las cosas y situaciones que nos pasan nos evitan y
evitarán mucho sufrimiento personal, e incluso, ajeno. Muchas de los sufrimientos y problemas de las personas
se deben a que no han analizado bien las situaciones en las que viven. Cuando
analizan mal una situación, normalmente es que la solución no será la acertada.
Por ejemplo: una persona cree que otra le desea mal, y por eso está siempre a
la defensiva... Mientras tanto la otra persona ni tan siquiera se acuerda de la
primera persona... Al analizar mal la primera sufre mucho sin ningún motivo...
Así suceden muchas situaciones en la vida.
La capacidad de analizar bien se va aprendiendo poco a poco. Puede mejorarse y merece la pena hacerlo. ¿Por qué es importante saber analizar bien las situaciones? El analizar bien es quizá la acción de nuestra mente que más nos ayuda a resolver los problemas diarios. Todas las personas analizamos de una manera u otra las situaciones o las personas, pero no siempre lo hacemos de manera consciente. Es necesario que seamos conscientes de este proceso.
¿Cómo podemos ir desarrollando nuestra capacidad de análisis?
La capacidad de analizar bien se va aprendiendo poco a poco. Puede mejorarse y merece la pena hacerlo. ¿Por qué es importante saber analizar bien las situaciones? El analizar bien es quizá la acción de nuestra mente que más nos ayuda a resolver los problemas diarios. Todas las personas analizamos de una manera u otra las situaciones o las personas, pero no siempre lo hacemos de manera consciente. Es necesario que seamos conscientes de este proceso.
¿Cómo podemos ir desarrollando nuestra capacidad de análisis?
-
Lo primero es recopilar toda
la información o datos sobre la persona o la situación que deseamos analizar,
al menos los datos fundamentales.
-
Después de tener los
verdaderos datos tenemos que preguntarnos: Qué ocurrió primero, qué sucedió después.
-
Identificar a los
protagonistas en cada una de las etapas. Qué hizo o dijo cada cual. Posibles
razones de sus mensajes o sus conductas.
-
Examinar los intereses de
las partes enfrentados. Ver si estamos ante un conflicto.
-
Ver la responsabilidad que
tiene cada persona, y ver el nivel de responsabilidad de cada uno.
-
Diferenciar entre las causas
y efectos. Las causas serían las razones de lo que sucedió. Los efectos son las
consecuencias de las causas.
-
Buscar el origen del
problema.
-
Preguntarnos qué podemos
hacer realmente ante este acontecimiento.
-
Ver sobre qué cuestiones no
disponemos información y ver qué podemos hacer para suplir esa falta de datos.
-
Lo que no hay que hacer: Empezar
a darles vueltas y vueltas a la cabeza tratando de analizar cosas simples.
-
Creer que nuestro análisis
es el exacto y que todos los demás son inútiles...
-
Lo que sí debemos hacer para
lograr un buen análisis: Dejarnos
llevar por la lógica y el sentido común.
-
En caso de dudas, consultar
con personas que nos merezcan confianza.
-
Alegrarnos cuando nos damos
cuenta de que hemos analizado bien un tema y nuestro análisis nos ha ayudado a
nosotros y a otras personas.
Si
desarrollamos esta habilidad de analizar las situaciones lograremos comprender
y resolver distintas situaciones en la vida. La capacidad de análisis tiene que
ser una pieza vital de nuestra mente. Debemos entrenarnos en los análisis que
afectan nuestra vida.
Consiste básicamente en "la distinción y separación de las partes
de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos." El análisis
filosófico se atiene, por lo tanto, a dicha definición, consistiendo
básicamente en dicha operación; pero hay una característica que ha constituido
desde siempre una de las partes fundamentales de todo análisis filosófico: el
conocimiento de la estructura argumentativa del texto objeto de análisis.
A diferencia del resumen, que consiste básicamente en transmitir
abreviadamente el contenido esencial de un texto, el análisis consistirá en
explicar dicho texto. Es decir, básicamente, en explicar su significado y su
estructura argumentativa (lo que se dice y cómo se dice). El análisis no es
todavía un comentario de texto sino, junto con el resumen, el paso previo a
todo comentario de texto (o una parte del comentario de texto, según la escuela
metodológica que se siga).
Analizar es, pues, explicar los contenidos de un texto, es decir, las
ideas y conceptos que en él se expresan; y también explicar las relaciones que
existen entre esas ideas, conceptos, es decir, explicar su estructura
argumentativa.
Cómo
aprender a analizar correctamente
*Para realizar un análisis debemos comenzar la
lectura del texto buscando el significado y la estructura lógica del mismo. Por
lo que respecta a la estructura, hemos de prestar atención a los párrafos en
que se divide el texto, así como a los signos de puntuación y a todas aquellas
partes del lenguaje -conjunciones, adverbios...- que ponen en relación las
distintas partes del texto. Hemos de atender igualmente a todas las expresiones
utilizadas por el autor para fijar el orden y la importancia de los contenidos,
así como la naturaleza propia de su discurso.
*Hay que releer el texto tantas veces como sea necesario hasta estar
completamente seguros de haber determinado su sentido y estructura.
*Al tiempo que hacemos este trabajo podemos ir anotando todas las
sugerencias que se nos vayan ocurriendo: aunque la mayoría no vayan a resultar
fructíferas siempre habrá algunas que podrán sernos útiles, ya para fijar el
sentido del texto o su estructura, ya para un posible y ulterior comentario (si
el análisis que estamos realizando forma parte de un comentario de texto).
*Hemos de dar todas las explicaciones que
consideremos necesarias para fijar con precisión el significado del texto y su
estructura argumentativa.
EL examen
de las propias creencias de las ajenas no consiste solamente en preguntar por
los argumentos que las apoyan y evaluarlos. Como el método de la refutación
socrática enseña, filosofar también consiste en pensar las implicaciones de una
creencia y examinarlas. Pero ambas cosas no son posibles si antes no es claro
lo que la creencia significa, si antes no se ha analizado su contenido.
Cómo
analizar el contenido de una creencia. Toda creencia o toda opinión se expresa por lo general en una oración
completa con sentido. Analizar el contenido de una creencia es preguntarse por
el significado de cada una de las partes de la oración con la que se expresa la
creencia.
El
significado de los términos clave: Por supuesto no todas las partes generan
dificultad, así que hay que aprender a distinguir los términos clava. Por
ejemplo, si yo afirmo que “Todo lo que vivo es un sueño” o que “Una opinión es
verdadera dependiendo del punto de vista de cada cual”, en cada oración puedo
distinguir los términos clave: “lo que vivo” y “sueño” en la primera y
“verdadera” en la segunda.
El análisis
consiste en preguntar qué se debe entender por cada uno de estos términos. Para
analizar, y después poder valorar, un texto argumentativo puede resultar muy
útil que tu hijo realice un esquema previo en el que pueda ver a simple vista
la idea principal y los argumentos dados por el autor.
¿CÓMO DIALOGAR CON ARGUMENTOS?
Para valorar
un texto argumentativo el estudiante deberá seguir los siguientes pasos. No
olvides que esta tarea puede ser muy interesante realizarla en grupo.
1º-
Averiguar los argumentos en los que se basa el autor para defender su tesis. Si
tu hijo ya ha hecho el esquema previo, le resultará muy fácil saberlo
simplemente mirando su esquema.
2º-
Comprobar los argumentos uno a uno para examinar si son o no válidos.
3º- Pide a
tu hijo que cree nuevos argumentos tanto a favor como en contra, a pesar de que
esté de acuerdo con la idea del autor. Esto le ayudará a valorarlos de manera
objetiva, aclara sus criterios y a tomar una decisión.
Se recomienda:
1.- Realiza
un esquema en el que se aprecie la idea principal y los argumentos que avalan
dicha idea según el autor.
2.- Analiza
los argumentos e, independientemente de tu opinión, valóralos de 1 a 5 según
creas que respalda mejor o peor la tesis del autor.
3.- Escribe
nuevos argumentos, por lo menos uno de cada, a favor y en contra de la idea
principal del texto.
4.- Escribe
tu propia opinión sobre el tema argumentándola.
Clases
de argumentación:
Argumentación
informal
La argumentación informal en
la primera década del siglo XXI, tiene diversas orientaciones y está alimentada
de múltiples disciplinas, contiene la argumentación jurídica o filosófica, el
discurso público ético-político, semiótica del texto, comunicación corporal e
interpersonal, nueva retórica, lingüística, sociolingüística del análisis del
discurso, etc. La argumentación cotidiana tiene mucho que ver con la
persuasión, porque de cualquier manera, lo que se busca realizar cuando se
argumenta en la vida diaria es convencer a alguien de algo.
El
discurso como persuasión
Se trata de un discurso en
el que, dadas las «razones argumentativas» que el discurso ofrece, el otro
actúe de la forma que dicho discurso propone. Es por tanto un discurso dirigido
fundamentalmente a la voluntad,
para «persuadir» y mover a la acción en un determinado sentido en orden a
alcanzar algunas finalidades. En
este tipo de discurso se mezcla el conocimiento y
el interés.
Por eso se juega con la equivocidad que
ofrece la retórica,
sin necesidad de mentir o
decir falsedad.
Argumentaciones
de tipo prueba
Como hemos indicado tales
argumentos son los argumentos lógico-matemáticos en cuanto formales y
todos aquellos que siguen sus forma al ser aplicados a unos datos tenidos como válidos
para obtener la demostración de una afirmación
concreta como verdad necesaria y
por tanto indiscutible. Esto ocurre cuando el producto de
todas las afirmaciones del
discurso como proposiciones lógico-matemáticas implican una
conclusión como tautología.
COMO
APRENDER A INTERPRETAR UN TEXTO FILOSOFICO
Los textos escritos se
parecen mucho a las conversaciones. Todos podemos hablar y lo hacemos
explicando las cosas desde nuestro punto de vista: decimos lo que nos conviene,
ocultamos detalles que nos perjudican, destacamos lo que nos interesa,
defendemos nuestra opinión, exageramos… e incluso a veces se miente y engaña,
como sabemos. Al escribir y leer no somos mejores.
Algunos textos han superado
fuertes controles de calidad y podemos confiar en que aportan datos ciertos e
importantes. Es el caso de los libros que encontramos en una biblioteca, de las
webs de instituciones públicas (gobiernos, universidades) o algunos periódicos
de prestigio. Pero incluso estos escritos adoptan siempre una perspectiva: ni
dan toda la información, ni incluyen todas las opiniones ni pueden atender los
intereses de cada lector.
Muchos otros escritos se
publican sin control de calidad y pueden despertar desconfianza. Es el caso de
muchas páginas en Internet (webs de empresas, blogs personales, foros
temáticos), de los anuncios comerciales o incluso de algunas revistas,
periódicos y libros no contrastados. No siempre sabemos de dónde procede la
información, qué grado de veracidad tiene o qué intereses persiguen su autor o
la organización que ha pagado la publicación.
Por todo ello, al leer no
basta con comprender lo que se dice, sino que debemos Interpretarlo. Interpretar
significa aquí valorar críticamente el texto: darle el sentido.
La Filosofía tiene una larga historia que se inicia
con los griegos, en el siglo VI a. de C., y continúa en nuestros días, sin que
se sepa si algún día tendrá un final o, por el contrario, durará mientras
perviva el ser humano. Durante estos veintiséis siglos de existencia se han
sucedido una tras otra las diferentes Escuelas, en ocasiones hallando puntos
comunes en sus planteamientos, en otras, las más de las veces, discrepando sustancialmente
entre sí. Estas coincidencias y enfrentamientos han logrado que la Filosofía
acrecentara con el tiempo su vitalidad.
Para el estudiante de Filosofía penetrar en el
estudio de su historia resulta una labor, a la vez que necesaria, enormemente
sugerente. Descubrir las diferentes filosofías, averiguar cuáles son sus
raíces, discernir qué problemas plantean y qué soluciones proponen, analizar su
influencia posterior en otras teorías, etc. es una actividad sin duda atractiva
para quien se inicie en el estudio dela Filosofía.
Pero conocer su historia es insuficiente y requiere
necesariamente complementarse con una lectura y estudio de los propios textos
de los filósofos, y entablar, de esta manera, una reflexión sobre, y un diálogo con, los escritos de los
grandes teóricos que nos han precedido. Reflexionar sobre los problemas
filosóficos de la mano de los principales pensadores es, por consiguiente, un
excelente (y necesario) método de introducirse en la Filosofía o, si se
prefiere, un modo muy apropiado de empezar a filosofar.
Saber analizar y comentar un texto filosófico es,
pues, imprescindible para todo estudiante de Filosofía. Nuestro objetivo es
presentar unas normas claras y sencillas que permitan introducirse fácilmente
en el Comentario de Texto filosófico.
Ello se ha realizado en dos partes: en una primera,
se relacionan una serie de normas que obviamente no agotan todas las
posibilidades, sino que constituyen una posible guía a seguir, entre otras
muchas posibles; en la segunda, se realiza un ejemplo práctico que sigue las
pautas propuestas en la primera parte. Para realizar este ejemplo se ha seleccionado un texto de uno de los grandes filósofos de todos los
tiempos: Platón.
Así pues, las páginas que siguen deben entenderse
como un instrumento de trabajo con el que contribuir a despojar de escollos la
ruta del estudio dela Filosofía. Un instrumento abierto a la imprescindible
colaboración de los estudiantes
Normas para interpretar un texto filosófico
1. Lo que
es un Comentario de texto.
Uno de los objetivos fundamentales en filosofía
es aprender a
filosofar a partir de los propios textos filosóficos, es decir, leer y analizar
las obras de los diferentes autores. Pero la labor de lectura es una labor
ardua, una labor que requiere sobre todo tiempo; leer una cantidad
significativa de volúmenes no se consigue de una semana para otra, puede
llevarnos, por el contrario, varios años de esfuerzo constante. Dada esta
imposibilidad material de leer en poco tiempo las principales obras de los
grandes filósofos resulta conveniente, para quien se esté introduciendo en el
estudio de la Filosofía, la lectura de fragmentos reducidos de aquellas obras
que han desempeñado un papel fundamental en la Historia del Pensamiento.
Lectura que debe acompañarse de una determinada actividad, que es precisamente la que nos iniciará en
nuestro propio modo de hacer filosofía. De esta manera, el estudiante no sólo
estará aprendiendo lo que nos han transmitido los grandes sistemas filosóficos,
sino que además estará dando los primeros pasos en lo que podemos llamar"
aprender a filosofar". Esta actividad que nos acerca enormemente a ese
"aprender a filosofar" es el Comentario deTexto o análisis del mismo.
En muchas ocasiones no somos capaces de
elaborar una interpretación plausible del texto. Interpretar un texto supone
dotarlo de sentido, obtener una visión global y coherente que resulte
significativa para nosotros. En el proceso de interpretación de un texto hay
dos pasos fundamentales:
1.
Contextualizar el texto, es decir, situarlo
en la época en que se produjo y en la tradición cultural a la que pertenece. Un
enunciado como La materia está compuesta de átomos se interpretará de manera
muy diferente en una obra filosófica escrita en la antigua Grecia que en un
tratado de Física redactado en la segunda mitad del siglo XX.
2.
Descubrir la intención del autor. Detrás de
todo texto hay un autor que lo ha compuesto con una intención determinada:
informar, persuadir, entretener... Solo si somos capaces de discernir esa
intención, podremos interpretar correctamente el texto. Pensemos, por ejemplo,
en el siguiente enunciado: La ventana está abierta.
3.
La intención de quien lo emite puede ser
meramente informativa (si es, por ejemplo, la respuesta a una pregunta como
¿Está cerrada la ventana?) o persuasiva (si se pretende con él que alguien
cierre la ventana). La interpretación del enunciado será distinta en cada caso.
La interpretación es, en definitiva, el resultado de poner el contenido del texto en relación con distintos factores que determinan su sentido, como el contexto y la intención del autor.
La interpretación es, en definitiva, el resultado de poner el contenido del texto en relación con distintos factores que determinan su sentido, como el contexto y la intención del autor.
4.
La hermenéutica ( "arte de explicar,
traducir, o interpretar") es el conocimiento y arte de la interpretación,
sobre todo de textos, para determinar el significado exacto de las palabras
mediante las cuales se ha expresado un pensamiento.
COMO DIALOGAR CON ARGUMENTOS
La teoría o tipo de la argumentación es el estudio interdisciplinario del debate civil, la dialéctica
parlamentaria, el diálogo, la conversación y la persuasión. Estudia la lógica, las reglas de inferencia y las reglas de procedimiento. La
argumentación se preocupa principalmente por llegar a conclusiones a través del razonamiento lógico
basado en premisas. Aunque en la
teoría de la argumentación se incluye el debate y la negociación,
las cuales están dirigidas a alcanzar unas conclusiones de mutuo acuerdo
aceptables, su principal motivación es quizás el debate social en el que la
victoria sobre un oponente es el principal objetivo. Este arte y ciencia es con
frecuencia el medio por el cual algunas personas protegen sus creencias o
propios intereses en un diálogo racional, en simples coloquios o durante el
proceso de argumentación o defensa de ideas. La argumentación es usada en los juicios para probar y o refutar la validez de
ciertos tipos de evidencias. Los estudiantes de argumentación estudian las
racionalizaciones post hoc mediante las cuales un individuo puede justificar
decisiones que originalmente pudieron haber sido realizadas de forma
irracional.
Argumentaciones correctas:
argumentos en los que la conclusión se apoya en las premisas. La lógica informal (lógica de las
buenas razones), estudia las condiciones que deben cumplir los argumentos para
ser correctos en ese sentido. Diálogo argumentativo: es un
juego lingüístico en el que dos o más participantes intercambian
mensajes respetando ciertas reglas que les comprometen a cooperar de buena fe
para que se alcance el objetivo del dialogo. Diálogo argumentativo: Principio cooperativo: contribuye a la
conversación tal y como lo exige el objetivo o propósito que le corresponda.
Este principio implica estas obligaciones:-lleva el peso de la prueba cuando te
corresponda-no hagas que tu interlocutor lleve el peso de la prueba cuando no
le corresponda-No utilices premisas no admitidas por los temas interlocutores
para apoyar una conclusión que pretendes que sea admitida por todos.-define,
aclara o justifica el significado de los términos que utilices siempre que te
lo pidan.-no intentes forzar prematuramente la clausura del dialogo. Regla de la cantidad:
proporciona tanta información como sea necesaria para mantener tu punto de
vista, pero no más. Regla de la cualidad:
no digas lo que creas que es falso y no trates de mantener a toda costa una
opinión de la que no tengas pruebas suficientes. Regla de relevancia. Debes ser relevante, esto es, centra
tus intervenciones en el asunto sobre el que se dialoga y no cambies de tema
sin permiso. Regla de modo.
Explícate con claridad, sin ambigüedades con brevedad y ordenadamente. Herramientas del diálogo argumentativo: aseguradores: se usan cuando alguien
quiere presentar como segura una creencia y evitar que su interlocutor le pida
razones para apoyarla(es de sentido común que.., es evidente que.. todo el
mundo está de acuerdo en que..) Sería erróneo usar estos términos para
cerrar el dialogo antes
de lo debido. Términos protectores:
para proteger nuestras afirmaciones de las críticas de los demás(probablemente,
la mayoría de… son.., quizá sea cierto que..) la utilización es correcta
siempre que no pretendamos cerrar la discusión prematuramente, sino exponer
opiniones con menos seguridad. sesgados:
algunas palabras están cargadas de connotaciones positivas o
negativas, y estas varían según la persona que las dice y a quien las dice,
hemos de ser mui cautos en la utilización de estos términos para evitar que
resten objetividad a la argumentación. Definiciones
persuasivas: definiciones que se elaboran para un término al que
se quiere dar cierto prestigio o desprestigio (ej.:"los ordenadores son
fieles amigos al servicio de sus dueños "y" los ordenadores son
tiranos que envían al paro a miles de personas") ninguno ha expuesto una
definición, sino una valoración disfrazada de definición. Erroresen l
aargumentación o falacias: falacia se usa para designar
aquellas argumentaciones que son incorrectas, pero que parecen correctas.
Algunos autores llaman sofismos a las falacias que se expresan
intencionadamente y paralogismos a las que se expresan sin intención.
Los argumentos pueden ser falacias en unos casos y argumentos correctos en
otros. Las falacias son maneras
de razonar que violan las
reglas del dialogo argumentativo. para detectarlas se precisa
una especial atención a los contexto en que se desarrollan los diálogos y a las
actitudes comunicativas de los hablantes.
Principio cooperativo:
contribuye a la conversación tal y como lo exige el objetivo o propósito que le
corresponda. Este principio implica estas obligaciones:
-lleva el peso de la prueba
cuando te corresponda-no hagas que tu interlocutor lleve el peso de la prueba
cuando no le corresponda-No utilices premisas no admitidas por los demás
interlocutores para apoyar una conclusión que pretendes que sea admitida por
todos.-define, aclara o justifica el significado de los términos que utilices
siempre que te lo pidan.-no intentes forzar prematuramente la clausura del
dialogo.
Regla de la cantidad: proporciona
tanta información como sea necesaria para mantener tu punto de vista, pero no
más.
Regla de la cualidad: no
digas lo que creas que es falso y no trates de mantener a toda costa una
opinión de la que no tengas pruebas suficientes.
Regla de relevancia. Debes
ser relevante, esto es, centra tus intervenciones en el asunto sobre el que se
dialoga y no cambies de tema sin permiso.
Regla de modo.
Explícate con claridad, sin ambigüedades con brevedad y ordenadamente.
HERRAMIENTAS DEL DIALOGO
ARGUMENTATIVO
Términos aseguradores: se
usan cuando alguien quiere presentar como segura una creencia y evitar que su
interlocutor le pida razones para apoyarla(es de sentido común que… es evidente
que... todo el mundo está de acuerdo en que…) Sería erróneo usar estos términos
para cerrar el dialogo antes de lo debido.
Términos protectores: para
proteger nuestras afirmaciones de las críticas de los demás (probablemente, la
mayoría de… son… quizá sea cierto que…) la utilización es correcta siempre que
no pretendamos cerrar la discusión prematuramente, sino exponer opiniones con menos
seguridad.
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