martes, 25 de febrero de 2014

SOCIALES 10° RESUMEN Y ACTIVIDAD SEMANA 6

ACTIVIDAD INDIVIDUAL:
LLEVAR SU LIBRETA AL DÍA CON EL RESUMEN DE TEMAS.
ACTIVIDAD GRUPAL: (5 INTEGRANTES)
TRABAJO ESCRITO. A CADA TEMA EXTRAERLE CINCO IDEAS IMPORTANTES Y PLASMARLAS EN EL TRABAJO ESCRITO.
RESPONDAN LAS PREGUNTAS EN EL TRABAJO GRUPAL:
¿POR QUÉ CAE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA?
¿QUÉ OPINAN DE LA MASACRE EN LA ZONA BANANERA?

RESUMEN

MANUEL QUINTÍN LAME CHANTRE
Nación en la Hacienda Polindara, sector El Borbollón, municipio de Popayán (Cauca), 26 de octubre de 1880 - Ortega, Tolima7 de octubre de 1967) fue un líder indígena colombiano. Fue hijo de Mariano Lame (de origen Páez nasa) y Dolores Chantre (de origen guambiano misak). En la guerra de 1885, su hermana Licenia, muda, fue violada. En la Guerra de los Mil Días, su hermano Feliciano fue mutilado. En 1901 fue enrolado por el ejército conservador y marchó a Panamá, donde valoró como justa la lucha indígena del rebelde Victoriano Lorenzo, que supuestamente era su enemigo. De regreso se casó con Belinda León y comenzó un movimiento indigenista. En 1910 fue elegido representante y defensor de los cabildos indígenas del Cauca y luego viajó a Bogotá a estudiar las cédulas reales de los resguardos y se presentó en el Congreso. En 1914 dirigió un levantamiento indígena en el Cauca y quiso extenderlo al Huila, Tolima y Valle. Se le acusó de construir una república de los indígenas, y fue arrestado el 9 de mayo de 1915, permaneciendo un año en prisión con grilletes en los pies e incomunicado. Los arrestos continuaron, pero el movimiento creció hasta llegar a constituirse en una verdadera "guerra racial". Fue detenido el 9 de mayo de 1917, permaneciendo preso por espacio de cuatro años. El 23 de agosto de 1921 fue liberado y se integró al movimiento Pijao en el Tolima. En 1924 redactó su libro «El pensamiento del indio que se educó en las selvas colombianas». Su lucha por la tierra obtuvo frutos en 1938, cuando se decretó la restitución de los resguardos de Ortega y Chaparral.
El Movimiento Armado Quintín Lame (comúnmente conocido como "El Quintín Lame") fue fundado como una guerrilla indígena que operaba en el departamento del Cauca, sur-occidente colombiano. El Cauca tiene un 40% de población indígena y se caracteriza por la presencia de grandes terratenientes, una desigual tenencia de la tierra y conflictos territoriales entre Resguardos indígenas y dueños de tierras. El Quintín Lame fue inicialmente fundado como un movimiento que buscaba extender los territorios indígenas a través de ocupaciones y defender a las comunidades indígenas de los ataques de los terratenientes, militares, funcionarios del Gobierno y otros movimientos guerrilleros. El grupo negoció con el Gobierno del presidente César Gaviria desde agosto de 1990 hasta mayo de 1991, lo que llevó a su desmovilización y a su participación en la Asamblea Nacional Constituyente que promulgó la Constitución Política de 1991. Su participación en la Asamblea contribuyó a que las problemáticas indígenas fueran discutidas y varios derechos étnicos fueras reconocido en la Carta magna. El delegatario que representó al Quintín Lame en la Asamblea fue Alfonso Peña Chepe, quien junto con los dos constituyentes indígenas elegidos por votación popular: Lorenzo Muelas y Francisco Rojas Birry, representó los derechos de las comunidades indígenas y en general de los grupos étnicos del país.
En mayo de 1991, luego de una negociación con el gobierno de César Gaviria, la comandancia del Movimiento Armado Quintín Lame decide entrar en un proceso de desmovilización. Durante este proceso aproximadamente 130 miembros de esta guerrilla entregaron sus armas a cambio de la promesa del gobierno de reconocerles un representante en la Asamblea Nacional Constituyente, la garantía de entregarle a los desmovilizados un subsidio mensual durante los primeros seis meses de reinserción a la vida civil y el compromiso del gobierno de invertir en las necesidades de los grupos indígenas. El acuerdo de paz entre el Quintín Lame y el gobierno fue firmado por Jesús Antonio Bejarano (negociador del gobierno) en un campamento de esta guerrilla indígena cerca al pueblo de Caldono, Cauca.

CRISIS DE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA
El Estado en Colombia había evolucionado hacia la forma unitaria y centralista
a partir de la constitución de 1886 y dado pasos de avance con la reforma
constitucional de 1910; no obstante ello, carecía de los instrumentos suficientes
para extender su acción a los distintos planos de la vida nacional y adecuarse
a las nuevas situaciones derivadas del desarrollo de la economía y de la aparición
de nuevos grupos sociales.
En este sentido el Estado había realizado algunos intentos por crear organismos
estatales a través de los cuales el Estado ejerciera control sobre diversas
actividades vitales para el país. Esto se cumplió de manera relativa, por ejemplo,
durante la administración del presidente Pedro Nel Ospina (1922 - 1926), a
través de la misión Kemmerer. Bajo su orientación fue creado el banco estatal,
con facultad de emisión de moneda, en la línea del intervencionismo económico.
A pesar de tales intentos por desarrollar un Estado independiente y capaz de
proyectarse en su acción en los diversos niveles de la vida nacional, el hecho
es que su acción tenía límites internos y externos. Esto puede verse, por ejemplo,
en la autonomía con que contaban los municipios, los que podían contratar
empréstitos internacionales sin la intervención de la autoridad central. En lo
externo, en la medida del incremento cada, vez mayor del poderío de los Estados
Unidos, se puede ver el papel del Estado, de intermediario, en lo que toca a las
relaciones entre el sector externo y los grupos nacionales del poder económico.
Esta situación se manifestó agudamente en la crisis de 1928, que enfrentó a los
trabajadores del banano y a la United Fruit Co., conflicto en el cual el Estado
jugó un papel subordinado a los intereses extranjeros. Al llegar al poder en los
años treinta, el liberalismo va a ensayar la modificación de estas relaciones,
tanto en lo interno como en lo externo, pero sin alterar en lo sustancial las
relaciones de dependencia con los Estados Unidos.
La crisis mundial capitalista de 1930, crisis de superproducción y de la
bolsa generada en los Estados Unidos, con repercusiones a nivel
internacional, tuvo igualmente consecuencias en nuestro país. Veamos
algunas de ellas.
En primer lugar, señalemos que el crack del 30 significó para países
industrial izados como los Estados Unidos el cierre de sus importaciones;
para Colombia implicó por consiguiente el cierre de las exportaciones y
el descenso de las inversiones industriales, proceso este último generado
desde 1927 como efecto de la baja de los precios del café. La crisis de
las exportaciones afectó particularmente al sector industrial dependiente
de los bienes procedentes del exterior, con lo que al mismo tiempo se
vió afectada la capacidad de generación de empleo e incluso la de mantener
el empleo existente. Hay que tener en cuenta que la industria nacional
dependía del sector externo en un 60% para la obtención de los insumos
necesarios para su desarrollo.
La crisis financiera norteamericana influyó igualmente sobre los empréstitos
extranjeros, en particular los de la banca norteamericana, lo que se reflejó
en la capacidad financiera del estado colombiano y en consecuencia en
el ritmo de sus inversiones (sector público). Todo ello se reflejó igualmente
en el descenso del empleo oficial (obras públicas) como asimismo en el
nivel de los salarios, con la consiguiente disminución de los ingresos
familiares y por tanto del agravamiento de la situación social de la nación.
En el sector agrario la situación fue menos grave: al no estar el país en
situación de importar mercancías, por un lado y por otro, al producirse
el éxodo de los trabajadores al campo como resultado del desempleo del
sector público, los efectos de la crisis se retardaron, pero de todas maneras
el exceso de oferta de bienes agrícolas determinó el descenso en los
precios del sector agrario, lo cual contrajo la demanda de productos de
origen industrial.
En general, como resultado final de la crisis del 30, disminuyeron las
inversiones agrícolas, las que, además, siempre fueron inferiores si se
comparan con las inversiones industriales.
LA MASACRE DE LAS BANANERAS
Fue creada por un regimiento de las Fuerzas Armadas de Colombia bajo mandato presidencial de Miguel Abadía Méndez y ejecutada por orden del general Cortés Vargas en el municipio colombiano de Ciénaga el 6 de diciembre de 1928, quienes asesinaron vilmente a un número indeterminado de manifestantes (aproximadamente 300 personas afirmado por las investigaciones más serias de la época) que protestaban por las pésimas condiciones de trabajo en la United Fruit Company.
Varias versiones no oficiales afirman que la huelga transcurrió de forma pacífica, no obstante sí se contaba con un nivel de orden y apoyo popular inédito. Los altos representantes de la bananera movieron sus influencias en el gobierno logrando que se trasladara un contingente de soldados, al mando del Comandante General Carlos Cortés Vargas.
Los 25 mil huelguistas tenían a su favor la simpatía de la población y del propio Alcalde, de los indígenas de la Sierra Nevada, de los comerciantes y algunos ganaderos que les enviaban reses para su manutención. Y algo inusitado, por lo contrario a las ideas generalizadas, fue el hecho de que muchos trabajadores norteamericanos se solidarizaron con ellos. Se sabe, también, que hubo deserciones individuales y de grupo en el primer tiempo de la huelga, en el que obreros y soldados confraternizaron, razón por la cual los militares tuvieron que reemplazar los contingentes y mantenerlos acuartelados
El 5 de diciembre fue el día fijado para negociación de los 9 puntos del pliego de exigencias de los trabajadores. Se estima en 5000 los trabajadores que estaban en la plaza algunos con sus hijos y familia cuando fueron rodeados por unos 300 hombres armados. Contaban los sobrevivientes que después de un toque de corneta el propio Cortés Vargas dio la orden de fuego por tres veces. Nunca se supo a ciencia cierta la cifra real de muertos. Las narraciones populares orales y los documentos escritos dan cifras de entre 800 a 3000 asesinados, y agregan que los arrojaron al mar.
CAÍDA DE LOS CONSERVADORES
En 1929 el Partido Conservador Colombiano se encontraba dividido entre las candidaturas del General Alfredo Vásquez Cobo y el escritor Guillermo y se decidió acudir al arbitramento tradicional del Arzobispo de Bogotá, quien en ocasiones anteriores había logrado mediar para unificar al conservatismo y conseguir la Presidencia, que mantenían desde 1886. Pero en 1928 había fallecido el veterano arzobispo Bernardo Herrera Restrepo y su sucesor, monseñor Ismael Perdomo Borrero, dejó en los párrocos la decisión de orientar a los feligreses sobre qué candidato elegir. Por tal motivo, los dos aspirantes conservadores decidieron presentarse por separado.1 Además el partido tenía su prestigio caído por su confrontación con la clase obrera y mocos todo la Masacre de las bananeras.
El General Alveraz Cobo, ex comandante del ejército y quien había ocupado los ministerios de Guerra y de Relaciones Exteriores, estaba respaldado por el sector más radical de su partido, mientras que el escritor y ex parlamentario Guillermo Valencia, quien ya había postulado en 1918, contaba como con el respaldo de los conservadores moderados y esperaba pactar con el entonces minoritario Partido Liberal Colombiano. La terna que había asumido la jefatura del liberalismo en 1928, decidió presentar una candidatura propia para las elecciones de 1930, teniendo en cuenta la división del conservatismo y los malos resultados del gobierno de Miguel Abadía Méndez, quien había ganado sin oposición alguna en 1926. Se inició la búsqueda de un candidato que permitiera no solo la unidad del liberalismo, sino algún respaldo de los conservadores y que no aparentara un peligro inminente al régimen, para mantener las dos candidaturas. Luego de meses de consultas, la dirigencia liberal le ofreció la candidatura al embajador en Estados Unidos Enrique Olaya Herrera, liberal caracterizado por su espíritu conciliador, llegando a ocupar los ministerios de Agricultura y de Relaciones Exteriores en varios gobiernos conservadores.

La candidatura de Olaya fue innovadora en la medida en que utilizó por primera vez el transporte aéreo y la radio para dar a conocer su programa de gobierno.